Los pendientes aguamarina con unas hermosas joyas que se pueden combinar con diamantes, playa u oro. Son ideales para lucir en cualquier ocasión. Su diseño sencillo y elegante lo convierte en el mejor regalo de aniversario, boda o cumpleaños.
Comprar pendientes aguamarina
Por sus características, la aguamarina es una de las piedras favoritas de la joyería durante siglos. Además, esta piedra preciosa tiene muchos usos desde la antigüedad y tiene un significado muy especial. Las piedras preciosas de aguamarina tienen una belleza increíble y propiedades curativas, lo que las convierte en una de las piedras preciosas más vendidas del mundo. La aguamarina es una piedra preciosa transparente que se dice que da una apariencia suave y hermosa en cualquier superficie en la que esté instalada. Las propiedades curativas que se encuentran en la aguamarina ayudan a promover la claridad mental, la armonía, el pensamiento activo, la fuerza física y la salud en general.
En nuestro catálogo podrás encontrar variedad de joyas de aguamarina para combinar con tu look más innovador. Puedes elegir pendientes aguamarina de con oro o plata, o con diamantes para novia. Los pendientes aguamarina con brillantes o diamantes también son una combinación ideal, así como el oro blanco que resalta el tono azulado de la piedra. Otros diseños interesantes son los pendientes aguamarina en forma de lagrima, o pendientes largos, que gustan tanto a mujeres y niñas.
Todos nuestros pendientes son muy cómodos, donde la protagonista es la aguamarina, que se combina con verde azul oscuro y diamantes seleccionados. El diseño se basa en la clásica montura que se adapta a las tendencias internacionales de joyería.Los pendientes cortos combinan un par de aguamarinas redondas de gran calidad con una determinada forma. El método tradicional consiste en engarzar delicadamente diamantes talla brillante en delicadas garras para maximizar el brillo de la gema. Un sistema seguro y discreto que también permite colocar perfectamente el patrón del pendiente en el rostro.
